Nid Nid Consejos para Bebes
Uno de los momentos más estresantes para los padres es emprender un viaje de varias horas con niños pequeños. Según un estudio realizado entre miles de padres de niños entre 2 y 8 años, la media de tiempo que tarda un niño en aburrirse en el coche es de unos 30 minutos. Solamente 30 minutos. A partir de ahí vendrán los ¿cuánto queda? ¿por dónde vamos? ¿cuándo llegamos…? Te parecerá que tu hijo se ha convertido en el más experto e insistente periodista que pudieras imaginar.
¡¡Y no habéis hecho más que salir!! Pero no nos alarmemos, siempre hay cosas que podemos hacer para mantenerlos entretenidos. Porque, claro, ni el juguete que lleven les va a apetecer, ni el video que les pongas les va a gustar si es que tienes DVD portátil, seguramente lo que querrá en ese momento sea pasear por el parque cuando lo normal es que no lo soporte…
En fin, que si los niños se aburren el viaje se hace insoportable para todos, así que veamos qué podemos hacer para mantenerlos distraídos todo el tiempo posible antes de recurrir a las hipnotizantes consolas.
Como primera medida de batalla, carga todos sus juguetes favoritos, lógicamente siempre que no sean incompatibles con la seguridad al volante, así que mejor olvidamos pelotas y otras «armas» arrojadizas. Los juegos de mesa imantados especiales para coches son muy apropiados.
Cuando los juguetes hayan dado de sí todo lo posible en el coche (es decir, unos 10 minutos) aprovecha el entorno: ¿quién no ha jugado interminables partidas de veo-veo alguna vez? Otro juego divertido puede ser el abecedario que consiste en recorrer el abecedario buscando nombres de personajes, animales, útiles domésticos, etc. Quien no encuentre lo que fuera con la letra correspondiente gana un punto y quien acumule más pierde.
También se pueden inventar historias, buscar animales o tratar de acertar la marca o el modelo del coche que nos cruzaremos primero o que nos adelantará.
En cualquier caso, lo más probable es que tengáis que parar cada dos por tres para los inevitables pises, provocados por esa intensa sed que le da el coche a los niños.
Viajes largos con niños, ya se sabe, ármate de paciencia
