Como padres, en especial, como padres primerizos, nos morimos de ganas de ver los avances de nuestros pequeños en cuestión de su desarrollo. Nos falta tiempo para desear que se rían, que nos reconozcan, que nos echen los brazos, se siente solos, gateen, anden… y como no, que nos llamen papá y mamá. Estamos deseando escuchar las primeras palabras de nuestros hijos, pero para ello tendremos que espera algunos años.
Durante unos tres años nuestros peques utilizarán sus adorables balbuceos y palabras comodín hasta pasar a emitir frases con sujeto, verbo y complemento. De este modo y como la mayoría de los padres, os quedareis bobitos con sus primeros “agu, agu…”, después os convertiréis en profesionales traductores, interpretando magistralmente el complejo lenguaje de nuestros pequeños, para por último, caer rendidos a sus pies ante la gran oratoria de nuestras joyitas.
Os dejamos las principales fases de la adquisición del lenguaje, como nuestros hijos alcanzan las primeras palabras:
- Nada más nacer nuestro bebé ya tiene “voz”, aseveración que queda clara simplemente con escuchar el llanto de nuestro recién nacido. Las primeras vocalizaciones son universales para todos los bebés, sólo vocales. Sin embargo, aunque los veamos tan pequeñines, ya comienzan a memorizar su lengua materna, de ahí la importancia de hablarles con claridad desde su nacimiento.
- Con 3 meses el bebé descubre el placer del sonido y los balbuceos. No es que tu peque se haya vuelto loco o loca, no, le encanta escucharse. Además, durante este periodo aprenderá a acompañar el sonido con las primeras muecas por lo que no te extrañe escuchar un “buah” antes de comenzar a llorar, o un grito de alegría cuando “ve” ese juguete que tanto le gusta… Poco a poco aprenderá a traducir esos sonidos y gestos.
- Entre los 6 y 8 meses, el bebé comprenderá algo que va a cambiar su vida: cuando “habla” sus papás le responden. Como es lógico aun no tiene muy claro el significado de esta nueva situación, pero le encanta ver cómo tras su inteligible relateo obtiene una respuesta por nuestra parte. Solo hay que ver la carita de satisfacción que se le pone tras esta experiencia. La asociación entre significado y palabra se va produciendo poco a poco en su cerebro.
- Entre los 8 y 12 meses el bebé ya puede expresar una intención. Es a partir de este momento cuando comenzamos la andadura por la senda de la comunicación. Es la edad de los primeros “papá” y “mama”, aunque en realidad, y para decepción de algunos, sus primeros “pa pa pa pa pa…” o “ma ma ma ma ma…” son iguales a sus “ba ba ba ba…” esto es, solo sonidos.
- De 12 a 20 meses, la palabra comienza a emerger en forma de unos cuantos vocablos de lo más simples y eficaces como “ya ta”, “no”, “más”, los cuales designan cambios de situación. Además, comenzará a repetir las onomatopeyas tan divertidas para ellos como pesadas para nosotros, reproducciones tales como “guau, guau…” “miau, miau” “brum, brum…” También será en este periodo cuando aparezcan las palabras comodín como “tete”, “pupa”… Hasta el momento debemos de tener en cuenta que nuestro peque entiende más de lo que habla. Por ese motivo debemos de estimular sus progresos mirando imágenes con él o cantando canciones infantiles, por ejemplo. Y sobre todo, continuar hablándoles con naturalidad y normal, de este modo enriqueceremos su vocabulario y estimularemos su curiosidad.
- Con 2 años el lenguaje se dispara. El bebé aprende una nueva palabra por día, y a pesar de ello se traba cuando habla. Ya nombra las cosas por lo que son y se interesa mucho por lo que piensan los demás y no solo por él. El bebé comienza a hablar para comunicarse. Léele cuentos, háblale del entorno que le rodea, satisface su curiosidad al mismo tiempo que lo estimulas.
- De 2 a 3 años: ¿Sabíais que las palabras se pueden asociar? Qué gran descubrimiento para nuestros hombrecitos y mujercitas. Suelen poner el verbo a principio de la frase antes de los pronombres y los artículos “corre perro mucho”, y ahora empiezan a utilizar el término “yo”, aunque ya hace mucho que eran conscientes de su individualidad.
Como siempre indicaros que estos puntos no son exactos, cada peque es un mundo y su desarrollo puede adelantarse o atrasarse, lo cual no tiene por qué significar nada malo. Si tuvieseis cualquier duda sobre el desarrollo de vuestro hijo debéis de consultarlo con su pediatra, que a fin de cuenta es quien debe de llevar el seguimiento de su desarrollo.
¿Cuándo empezó a hablar vuestro chiquitín/a?