Los seres humanos desarrollamos dos denticiones a lo largo de la vida. La primera es la que conocemos comúnmente como “dientes de leche”, y aparecen entre los seis meses y los dos años y medio de vida de nuestros bebés. Esta dentición es temporal y está compuesta por 20 piezas: 8 incisivos, 4 caninos y 8 morales. A pesar de que no se van a conservar durante mucho tiempo es de vital importancia un correcto cuidado de los mismos, ya que de ellos va depender la dentadura definitiva. Hoy hablamos sobre los dientes de los niños, su cuidado.
Lo cierto es que enseñar a lavarse los dientes a nuestros pequeños es bastante difícil, ya que se trata de una labor de lo más complicado no solo por la dificultad que entraña el propio lavado, sino por el hecho de lograr que no se traguen el dentífrico así como que enjuaguen sus bocas a la perfección.
Los dientes de leche se pierden a partir de los cinco a seis años, y para conseguir su buena conservación hasta entonces es menester inculcarles el buen hábito de lavarse los dientes, al menos dos veces al día, una antes de acostarse y la otra cuando mejor os parezca.
En mi caso, comencé a enseñarle a lavarse los dientes desde bien pequeñita, con diez meses ya tenía su cepillo de dientes y le encantaba utilizarlo. Cuando fue un poco más mayor, a partir de los 13 meses ya no le gustaba tanto cepillarse los dientes, creo que comprobó que era algo más parecido a una obligación que a un juego, por lo que ahora estamos de nuevo como al principio, tratando de coger el cuidado de los dientes como un hábito.
Algunos consejos muy útiles para conseguirlo son los siguientes:
- Deja que te imite. Cepillaros los dientes juntos, tratará de hacer lo mismo que tú haces, eso les encanta a los niños pequeños.
- Exagera la acción de escupir, imitar eso les encantarán y una vez hayan aprendido no pararán de hacerlo. Enséñales cómo enjuagarse la boca con agua, escupiéndola al final, y déjalos que luego lo practiquen todas las veces que quieran
- Ponle un taburete para que pueda subirse para mirarse en el espejo, cuenta con él sus dietes mientras los cepilla.
- Si tu peque está un poco recio a iniciarse en el mundo de la limpieza de sus dientes, prueba con un cepillo infantil a pilas o uno con música, el caso es que le llame su atención.
- Los cepillos más apropiados para ellos son los cepillos de dientes pequeños con cerdas suaves.
- No uses pasta dental con flúor, ésta no se recomienda hasta que los niños tengan al menos dos años, y aun así, solo se recomienda una cantidad del tamaño de un grano de maíz. Los niños pequeños tienden a tragarse más de lo que escupen, y una ingestión continua de fluoruro a esa edad tan temprana puede provocar decoloración de los dientes permanente.
Si ves que el dentífrico es un elemento necesario para motivar a tu pequeño para lavarse los dientes, busca una pasta dental hecha especialmente para bebés y que no contenga flúor.
Espero que estos consejillos os faciliten esta tarea
¿Cuál es vuestro truco para cuidar los dientes de vuestros pequeños?