Es importante saber como responder ante un enfado de un niño, ya que unas malas contestaciones nos puede llevar a varias horas de llantos y gritos. Los motivos por lo que puede empezar pueden ser muy variables, un niño de 5-10 años pueden tener arranques de enfado que hay que saber atajar antes de que vaya a más.
Suele ser por que está reclamando atención por parte de los padres, bien por que se aburre o que quiere que se le compre algo. Lo más importante es no aceptar su petición si no es razonable o no queremos comprarlo, no hay que dar caprichos estúpidos a los niños ya que les crearemos patrones que sabrán como usar cuando quieran algo. No hay que prestarle mucha atención, muchas veces, el no hacer caso es lo mejor, suelen cansarse y se centran en otras cosas, pero si sigue aumentando el enfado, es importante hacerle comprender que no se le va a comprar el objeto, saber quien es el padre y quien es el hijo es lo más importante.
Es difícil muchas veces distinguir en una discusión quien es el padre y quien es el hijo por la forma de comportarse y hablar, hay que hablar correctamente, sin alterarse, sin palabras mal sonantes y sin usar la violencia, es importante que aprenda que hablando se pueden llegar a acuerdos y que es la forma lógica para comunicarse. Aunque ningún método es infalible, siempre hay que probar el que mejor se adapte a cada niño