Es importante saber detectar si nuestro hijo o hija sufre algún tipo de trastorno de la conducta, ya que una rápida detección nos puede beneficiar a la hora de ayudar al crío.
Es importante observarles según van evolucionando y mirar si van tomando ciertas tendencias o manías donde unos simples gesto con 5 años terminan por un trastorno social que hace que sea difícil reintegrar ese niño con el resto de los niños de su edad.
No es para volverse neurótico y saber que los niños van pasando por diferentes etapas, desde la niñez con 5-10 hasta la adolescencia, donde los problemas van cambiando y se empiezan a generar situaciones de ansiedad y estrés debidos a los cambios rápidos que van sufriendo, las responsabilidades en sus día a día van aumentando, los estudios, las hormonas, las amistades.
Es la edad de mayor cambio en menor tiempo y es importante saber entenderlo pero también corregirlos si creemos que tienen una mala conducta desde jóvenes, es importante educarles con unos valores para que los mantenga el resto de sus días. Darse cuenta que sus padres son sus principales valedores de los valores que puede tener ese niño y es por importante hacérselo ver.
Por ello desde pequeños es importante corregir malas actuaciones y no dejar que pase el tiempo para que se arreglen solas, es importante saber distinguir de algo puntual a algo cotidiano dado que hay que saber cuando regañar y cuando no, ya que a un niño tímido e introvertido una bronca puede afectarle muchísimo más que a otro niño mas extrovertido y puede crearle más problemas de lo que intentamos arreglar.