La leche es el único y principal alimento del bebé en los primeros meses. En la actualidad, hay dos opciones para alimentar al bebé: la lactancia materna o el biberón. Se dice que la lactancia materna es la mejor opción, pero si por algún motivo o elección no se amamanta al bebé, la leche de formula o leche preparada para el biberón tienen los nutrientes necesarios para que el niño o la niña crezcan sanos y fuertes.
En el caso del biberón, la cantidad de leche que debe tomar el bebé viene indicada según la edad, el tamaño y el peso, por lo que hay que consultar siempre con el pediatra ya que esta cantidad varía en función de estas cuestiones. Cada niño necesitará una cantidad de leche diferente. En el caso de la lactancia materna, se supone que el niño deberá mamar cada 3 o 4 horas, hasta que quede saciado. Es decir, el bebé se dormirá o apartará la carita del pecho.
En cualquier caso, hay varios indicadores de que el bebé no está tomando la cantidad de alimento necesario. No sube de peso, incluso pueden haber bajadas, llora continuamente, no duerme bien… Por el contrario, si el niño deja de comer con el biberón o con el pecho, es un indicador infalible de que ha comido lo suficiente.